ESTADOS UNIDOS.- La transcripción de la conversación telefónica entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, publicada este miércoles por la Casa Blanca y que muestra que el mandatario pidió como “favor” a Kiev que investigara al exvicepresidente Joseph Biden ha sacudido aún más el sismo político que vive Washington.
Después de días de filtraciones y el anuncio este martes de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, de que su partido abrirá una investigación de juicio político contra Trump por traicionar la seguridad nacional, la publicación finalmente este miércoles del documento recrudeció la batalla.
Ante la mirada expectante de todo el país, y tal y como había adelantado el propio mandatario estadounidense, la Casa Blanca difundió a media mañana la transcripción “completa” de la llamada telefónica del pasado julio entre ambos líderes.
“Me gustaría que nos hiciese un favor porque nuestro país ha pasado por mucho y Ucrania sabe mucho de ello (…) Me gustaría que el Fiscal General (William Barr) le llame a usted a uno de su equipo y me gustaría llegar al fondo de ello”, señaló Trump en la conversación con Zelenski fechada el pasado 25 de julio.
“Se está hablando mucho del hijo de Biden, y que Biden detuvo una acusación y mucha gente quiere saber de eso, así que cualquier cosa que pudieras hacer con el Fiscal General sería maravilloso (…) Biden fue por ahí alardeando de que frenó la acusación así que si puede mirarlo…”, agregó el mandatario estadounidense a continuación.
Trump hacía referencia a Hunter Biden, hijo del que fuera vicepresidente durante el mandato de Barack Obama (2009-2017) y actual aspirante a la candidatura demócrata presidencial para 2020, y que trabajó como asesor para la empresa gasística ucraniana Burisma.
Los demócratas vieron en la transcripción divulgada por la misma Casa Blanca una prueba directa y explícita de la inapropiada actuación de Trump, mientras que los republicanos cerraron filas en torno a su líder al asegurar que es “una caza de brujas”.
Pelosi indicó en un comunicado que “o el presidente no conoce el peso de sus palabras o no le importa ni la ética ni sus responsabilidades constitucionales”.
“Claramente, el Congreso debe actuar”, sentenció Pelosi.
Según cálculos de medios de comunicación, más de 200 de los 235 legisladores demócratas de la Cámara Baja ya han hecho público su apoyo a dar los pasos para iniciar un juicio político, conocido en el país como “impeachment”.
Se necesitaría contar con 218 votos, la mayoría simple, de la Cámara de Representantes, controlada por los progresistas, para iniciar el procedimiento, cifra que parece al alcanza.
No obstante, el control republicano en el Senado, que debe también aprobarlo, supone que la iniciativa tendría muy difícil salir adelante ya que requería dos tercios de esa cámara.
Los republicanos, por su parte, han replicado con duras críticas a los demócratas.
El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, recalcó que “ayer fue un día negro para EE.UU., fue un día negro para el imperio de la ley porque la presidenta de la cámara afirmó que el presidente violó la ley sin información para juzgarlo”.
“Fue un día negro para el imperio de la ley -siguió- porque un presidente va a ser declarado culpable sin ninguna prueba en el proceso”.
Por su parte, el senador republicano Lindsey Graham, presidente del Comité Judicial de la Cámara Alta, también cargó contra el paso adoptado por los demócratas.
“Desde mi punto de vista, abrir un juicio político contra un presidente por una llamada telefónica sería una locura”, lamentó.
Graham, uno de los senadores más cercanos a Trump, remarcó que la transcripción no hace referencia a la acusación de que Trump habría bloqueado fondos de asistencia estadounidense Ucrania como medida de presión a Zelenski, como se había filtrado.
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