La defensa de tu organismo está asegurada por un sistema de autoprotección que es esencial para protegerte de las agresiones del exterior (las bacterias, los virus, los hongos). Este sistema está en relación directa con tus estados emocionales y un profundo conflicto en tu existencia puede reducir su fuerza de modo dramático.
El sistema inmunitario responde a los sentimientos y al conjunto de tus pensamientos, sean éstos positivos o negativos.
Tu cerebro está muy vinculado a tu sistema inmunitario y ciertos estados mentales tendrán un poderoso efecto sobre el funcionamiento de tu sistema inmune.
Todos tus pensamientos de ira, amargura, odio y resentimiento tendrán tendencia a debilitar tu sistema inmunitario.
De igual manera, todos los pensamientos de amor, armonía, tranquilidad y paz interior tendrán tendencia a reforzar tu sistema inmunitario.
Cuando nuestra sistema inmunológico está débil, estamos viviendo un conflicto inconsciente:
Conflicto de desvalorización. Mi cuerpo se autodestruye, no tiene razón de seguir luchando. Esto es inconsciente y puede tener su origen en nuestro transgeneracional, por lo tanto es importante estudiar todo lo vivido en el árbol tanto materno como paterno y encontrar un nuevo modelo mental.
El resentir que se vive, es decir, lo que sentimos una y otra vez puede ser: “Lo he pasado mal toda mi vida». «La vida no vale la pena». «Todo lo malo me sucede a mí».
Nuevo modelo mental para sustituir eso que inconscientemente nos destruye:
Soy valioso/a.
Declaro mi poder.
Me amo y me apruebo.
Estoy libre y a salvo.
Mi vida tiene un sentido maravilloso y yo lo construyo día a día.
