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Por Adís Abeba, Etiopía | AFP
Los cohetes de la región norteña de Tigré de Etiopía alcanzaron la capital de la vecina Eritrea, dijeron diplomáticos el sábado, el último indicio de que el conflicto interno de Etiopía se está extendiendo más allá de sus fronteras.
«Los informes que estamos recibiendo indican que varios de los cohetes cayeron cerca del aeropuerto» en la capital de Eritrea, Asmara, dijo un diplomático.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ganador del Premio Nobel de la Paz el año pasado, anunció el 4 de noviembre que había ordenado operaciones militares en Tigray en una dramática escalada de una disputa de larga data con el partido gobernante de la región, el Frente de Liberación Popular de Tigré (TPLF).
Según los informes, cientos de personas murieron en el conflicto del segundo país más poblado de África, algunas en una espantosa masacre documentada por Amnistía Internacional.
Miles de personas han huido de los combates y los ataques aéreos en Tigray, cruzando hacia el vecino Sudán.
El TPLF acusa al gobierno de Abiy de obtener apoyo militar de Eritrea, algo que Etiopía niega.
El sábado temprano, Getachew Reda, un miembro de alto rango del TPLF, amenazó con «ataques con misiles» como represalia contra Asmara y la ciudad portuaria eritrea de Massawa.
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«La emisora de radio de la oposición eritrea Erena, con sede en París, también informó, según testigos de habitantes, que «cuatro» misiles impactaron en Asmara.
Volvió el conflicto
No quedó claro de inmediato cuántos cohetes se dispararon, desde dónde se dispararon en Tigray, si alcanzaron sus objetivos o qué daños causaron.
Radio Erena, una emisora de la diáspora con sede en París que simpatiza con la oposición eritrea, citó a los residentes de Asmara que informaron de «cuatro explosiones en total».
Tigré ha estado en un apagón de comunicaciones desde que comenzó el conflicto, y las llamadas a Asmara no estaban disponibles el sábado.
No hubo respuesta inmediata de Eritrea ni del TPLF, que son enemigos acérrimos.
El TPLF dominó la política etíope durante casi tres décadas y en ese tiempo libró una brutal guerra fronteriza entre 1998 y 2000 con Eritrea que dejó decenas de miles de muertos.
Abiy llegó al poder en 2018 y ganó el premio Nobel al año siguiente, en gran parte por su esfuerzo por iniciar un acercamiento con Eritrea.
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