El corazón espiritual de la República Dominicana
Cuando visites República Dominicana, no puedes dejar de trasladarte a la zona oriental, donde encontrarás uno de los monumentos más visitados tanto por los nacionales como por turistas de todo el mundo: La Basílica de Higuey.
Ubicada en la ciudad Salvaleón de Higuey, esta venerada construcción se encuentra en medio de una patrón geométrico conformado por cientos de palmeras que han crecido a su alrededor. Es esta basílica, uno de los monumentos más visitados por la feligresía en toda Latinoamérica.
LOS SECRETOS DE ESTA MAGNÍFICA OBRA.
La Basílica de Higuey es una obra que en su sola construcción posee elementos de gran interés.
- El material mayormente utilizado, es el hormigón.
- Su estructura (planta) es una cruz latina.
- La Basílica cubre un área de 4.680 metros cuadrados.
- Su arco principal se alza hasta los 80 metros de altura.
- Su campanario consta de 45 campanas.
- Todas sus campanas son de bronce.
- De bronce también es la entrada, con un recubrimiento de oro de 24 quilates.
- La capacidad de la Basílica es de 3.000 personas.
ORÍGENES DE ESTA CASA DE DIOS.
Esta construcción religiosa fue levantada para substituir un ya desgastado santuario construido en 1572. La autoría de su diseño corresponde a los arquitectos franceses A. Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupre, iniciándose su levantamiento en 1956. Pasarían 15 años hasta su inauguración el 21 de enero de 1971, de la mano del presidente, el Dr. Joaquín Balaguer.
A partir de ese momento, la Basílica de Higuey pasó a convertirse en el monumento religioso más importante de la República Dominicana, y una de las mayores atracciones de turismo religioso en toda América latina.
UN ORGULLO DOMINICANO.
Ya antes de finalizar su construcción, el 12 de octubre de 1970, la obra fue declarada Monumento Dominicano y 5 días se le concedió el título de Basílica Menor.
El 15 de agosto de 1972 la Basílica fue declarada Diócesis de Salvaleón de Higuey y en 1.992 tuvo el honor de ser visitada por su Santidad Juan Pablo II, el Papa viajero, durante su visita a la República Dominicana.
Acércate a esta maravillosa construcción para que descubras una faceta de República Dominicana que quizás no conocía. Encontrarás en la Basílica de Higuey un extraordinario ambiente de sosiego para tranquilizar tu mente y hasta podrás disfrutar del cuadro “Virgen de Altagracia”, de valor incalculable como joya artística, con un marco de oro y piedras preciosas que es, por sí mismo, una verdadera obra maestra.
Y es que en República Dominicana la espiritualidad es también una maravilla natural.
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