Por: José Morón / Color visión
SANTO DOMINGO.- Hoy 10 de mayo se cumplen 24 años del fallecimiento del líder político José Francisco Peña Gómez, quien falleció en el año 1998 a los 61 años a consecuencia de un cáncer.
Peña fue un abogado y político dominicano, líder del Partido Revolucionario Dominicano tras la renuncia de Juan Bosch en 1973, candidato tres veces a la presidencia de la República Dominicana (1990, 1994, 1996) y ex síndico de Santo Domingo (1982-1986).
Este inolvidable líder y luchador de su pueblo nació el 6 de marzo de 1937 en la loma de El Flaco, Cruce de Guayacanes, sección de Mao, municipio cabecera de la provincia Valverde. Hijo de padres inmigrantes haitianos. Fue adoptado cuando era un bebé por un campesino dominicano cuando sus padres se vieron obligados a huir de nuevo a Haití, debido a la masacre llevada a cabo contra los haitianos en 1937 por el dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Cultivó una potable carrera en la política, difícil de imitar, así lo establece su hijo José Francisco Peña Guaba, quien en un artículo da a conocer datos biográficos de su padre.
“Papá debió ser cura de pueblo, pues en él no existía ni una pizca de maldad”, consideró Peña Guaba, quien se sincera al decir que los pasos de su padre son difíciles de seguir: “Ninguno de sus hijos ni de sus discípulos le cargamos la maleta a José Francisco Peña Gómez, es muy pesada la carga que lleva en ella, querer emular su ejemplar vida es tarea ciclópea que por mezquinos intereses, ninguno hemos logrado”, indicó.
Peña Guaba aseguró que su padre era 100 % dominicano y sus abuelos biológicos también. La precariedad económica familiar en la que vivió Peña Gómez lo orilló a desempeñar el trabajo de limpiabotas.
Quienes lo conocieron de jovencito dan cuenta de que Peña Gómez se destacaba por ser “estudioso, vivaz, pero pobremente acicalado, porque siempre hubo en él desde pequeño ese interés por vestir adecuadamente, correcto y hacendoso”.
Peña Gómez formó parte de la tríada de líderes que tuvo el país luego de la caída de la dictadura de Trujillo, en 1961.
Peña Gómez Siempre fue fiel seguidor de la idea de un “Gobierno compartido de unidad nacional”, una tesis que sustentaba como parte fundamental de su programa de gobierno y establecía que el poder no podía estar concentrado en un solo hombre ni en un solo partido político. Abogaba por la unidad de la familia dominicana y lo había practicado desde su administración municipal como Síndico de la capital entre 1982 y 1986, cuando llevó al Ayuntamiento a personalidades de prestigio y reconocimiento de diversos sectores y de diferentes simpatías partidarias. Una propuesta que a la fecha algunos candidatos ponen en práctica.
A 24 años de su muerte, Peña Gómez es recordado y admirado, más que muchos presidentes que hoy son de triste recuerdo. Murió el 10 de mayo de 1998 en su residencia de Cambita Garabito, San Cristóbal, seis días antes de las elecciones congresuales y municipales donde se postulaba como síndico de Santo Domingo por segunda ocasión. Su deceso provocó una conmoción generalizada en el país. Su velatorio y sepelio fue el más concurrido en la historia política reciente
Fuente: Noticias SIN