Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.(Romanos 12:1-2)
Hoy 14 de abril 2025 compartimos el versículo (Romanos 12:1-2)
Si nos enfocáramos más en la misericordia de Dios y en todo lo que él hace por nosotros, no nos sería tan difícil aplicar estos versículos. Dios, en su infinita misericordia, perdonó nuestros pecados y nos dio acceso a la vida eterna a través del sacrificio de Jesús en la cruz. Ningún sacrificio que hagamos será tan grande o tan poderoso como ese.
Pablo animó a la iglesia en Roma y a todos los cristianos, a expresar su gratitud a Dios por medio de la adoración. La adoración a la que él se refiere es una vida comprometida a exaltar a Dios en todo momento. Ese compromiso abarca todo e incluye un cuerpo decidido a honrar a Dios siempre. Esto quiere decir que lo que hacemos con nuestro cuerpo es una ofrenda de adoración a Dios.
