Juan 12:26
«Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.»
Hoy, 12 de septiembre de 2025, compartimos el versículo. (Juan 12:26)
¿Has sentido ese llamado profundo, ese anhelo innegable de hacer una diferencia? Quizás la vida te ha colocado en un lugar que parece hostil, lleno de oscuridad. Permíteme contarte la historia de un hombre, un policía, que en medio de una ciudad consumida por el pecado, descubrió su propósito. Como quizá te sientes, anhelaba cambiar de ambiente, buscaba un escape, como si un cambio de escenario fuera la respuesta a sus luchas interiores, una orilla tranquila lejos de la tempestad diaria, sin darse cuenta que ese mar de incertidumbres era un campo fértil para su crecimiento. Junto a su esposa clamaron a lo alto por un cambio, esperando una señal que abriera otra senda.
Sin embargo, Dios tenía una respuesta mucho más sublime. ¡Y tú también podrías estar a un paso de desvelarla en tu propia vida!
No fue huyendo ni cambiando de posición, sino en ese preciso lugar de servicio donde descubrió su verdadera misión. ¡Imagina! El mismo sitio donde él veía una inmensa oscuridad era donde estaba llamado a sembrar la luz del reino. Fue en la comisaría, entre casos sórdidos, donde Dios lo llamó. Decidió pedirle a Dios transformación, que lo guiara no a evitar su puesto, sino a hacerlo con toda su fuerza. Esta transformación que Él le proveyó lo preparó como nunca para su propósito: Él no solo persiguió criminales con justicia terrenal, también los conquistó con la verdad que transformaba. Y lo más sorprendente es que esto no se limitó a los criminales: su influencia sobre otros oficiales llegó al punto de nombrarlo líder. El Dios a quien servía obró de forma milagrosa.
¿Ves la increíble verdad que emerge de esta experiencia? Tu lugar de servicio, dondequiera que sea, puede transformarse en tu altar de testimonio.
Ahora, aquí está la clave: No importa cuán difícil o frustrante pueda parecer tu situación actual, ¡no estás aquí por accidente!.